equipo de profesionales en Lavado y planchado de cortinas en Lima Peru: Todo lo que aprendí después de arruinarlas una vez Pídelo tu servicio ya AQUÍ ☆⇒ ☎ 963245879
Voy a ser honesto: antes pensaba que lavar cortinas era tan fácil como meterlas en la lavadora y ya. Una vez, incluso me animé a planchar unas blackout que acababa de lavar. Spoiler: fue un desastre. Terminé con una cortina deformada, marcas brillantes de plancha y arrugas que jamás volví a sacar. Desde entonces, cambié por completo mi forma de cuidarlas.
Hoy quiero contarte lo que he aprendido tras años trabajando en el lavado y planchado de cortinas en Lima, Perú. No solo para evitarte errores, sino para que tus cortinas siempre luzcan impecables y te duren mucho más.
Lavado y planchado de cortinas en Lima Peru
¿Por qué lavar y planchar bien tus cortinas cambia todo?
Las cortinas son ese detalle silencioso que transforma un espacio. Dan elegancia, sombra, privacidad… pero también atrapan polvo, humo, grasa y olores del ambiente. No es hasta que las bajás que te das cuenta de cuánta suciedad acumulan.
Pero no basta con lavarlas. Si no las planchás o las colgás bien, quedan con arrugas feas, se deforman o se ven «caídas» y apagadas. Un buen planchado devuelve la forma, la caída natural, y hace que la tela vuelva a “sonreír”.
¿Cada cuánto debería lavarlas?
Depende de varios factores:
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¿Tienes mascotas o niños? Cada 3-4 meses.
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¿Vives cerca de una avenida con polvo o tráfico? Cada 8-12 meses.
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¿Son blackout o pesadas? Al menos 2 veces al año.
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¿No notas suciedad pero sí un olor raro o apagado? ¡Hora de lavarlas!
Y si encima usas velos o visillos, esos sí deberían ir al lavado más seguido. Acumulan polvo muy rápido aunque no lo parezca.
El gran dilema: ¿lavarlas en casa o contratar a un profesional?
Te lo digo sin rodeos: hay cortinas que sí puedes lavar en casa. Las livianas, sin forro, sin argollas metálicas. Pero si hablamos de cortinas blackout, de tela gruesa o con aros de metal, mi recomendación es no arriesgarte.
Lavar mal puede causar:
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Encogimiento.
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Desgarro de la tela.
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Oxidación de las argollas.
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Pérdida de color o forma.
Y lo peor: si las metés en la secadora por accidente, las podés derretir (sí, literal).
Nosotros, por ejemplo, usamos detergentes neutros, temperaturas controladas, fundas protectoras para lavar y sistemas de secado colgado que evitan arrugas. Todo eso en casa es difícil de replicar, seamos honestos.
El planchado: más importante de lo que crees
Hay gente que lava y cuelga directamente, esperando que el peso “haga su magia”. Funciona en telas delgadas. Pero en cortinas gruesas, blackout o con pliegues, si no planchás, el resultado final no convence.
¿Cómo lo hacemos nosotros?
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Usamos planchas industriales o calandras que permiten planchado colgado.
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Ajustamos la temperatura según el tipo de tela.
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No usamos vapor directo en telas delicadas.
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Siempre planchamos desde el reverso para evitar brillos o marcas.
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Respetamos los pliegues naturales y damos forma a los dobladillos.
Y sí, se nota. Hay una diferencia entre una cortina limpia y una cortina limpia y bien planchada.
¿Qué hago mientras tanto?
Mientras esperás el próximo lavado profesional, hay pequeños hábitos que ayudan mucho:
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Aspiralas con un cepillo suave una vez por semana.
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Evitá que rocen con muebles o el suelo.
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No las mojes al limpiar ventanas.
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Si ves una mancha puntual, tratála con un paño húmedo y jabón neutro, sin frotar.
¿Vale la pena el servicio profesional?
Totalmente. No es solo una cuestión de estética. Tus cortinas son una inversión: protegen tu hogar, mejoran el ambiente y no son baratas. Un servicio profesional de lavado y planchado prolonga su vida útil, mantiene su funcionalidad (como el blackout o la caída) y te ahorra tiempo, esfuerzo y disgustos.
En nuestro caso, además, incluimos:
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Retiro y entrega a domicilio.
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Evaluación previa gratuita.
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Tratamiento según tipo de tela.
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Planchado sin arrugas ni deformaciones.
En resumen: no son solo cortinas, son parte de tu hogar
Aprendí que cuidar las cortinas es como cuidar tu ropa favorita. Hay que conocerlas, tratarlas bien y confiar en manos expertas cuando es necesario. Porque no hay nada como llegar a casa, abrir las ventanas y ver tus cortinas colgando, limpias, lisas y con esa elegancia que solo da un buen mantenimiento.
¿Querés que tus cortinas vuelvan a lucir como nuevas?
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Tu hogar lo va a agradecer.
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